MUSEOS DE LA SEDA / SILK MUSEUMS

Quiero subrayar que desde el State Silk Museum de Georgia ya hubo un proyecto pionero en 2017 denominado Museums , destinado a conectarse con el resto de museos de la seda del mundo, lo cual ha facilitado perfectamente el contacto que logramos establecer en su día los coordinadores de este congreso con la directora del museo. En fin, que en Tbilisi también tenían en mente la necesidad de comparar lo que hacemos en unos y otros museos para reflexionar e innovar. Pero son muchos más los proyectos estimulantes que han sido diseñados por este centro georgiano que está sin duda a la vanguardia de las iniciativas actuales en el mundo de los museos de la seda. Me refiero al proyecto Memory Threads: Museum and Neighborhood o lo que es lo mismo, hilos de memoria, museo y barrio, patrimonio y territorio. Es aquí donde viene a cuento hablar del barrio histórico de Velluters de Valencia, el antiguo barrio sedero de la ciudad desde el siglo XV, como envolvente del edificio y huerto del Colegio del Arte Mayor que alberga nuestro Museo de la Seda, vecino también del MuVIM y del Centro de Artesanía, y del antiguo Hospital dels Innocents que ahora es biblioteca y que dio nombre en su día a esta zona como barrio o vico vulgarment dit dels Innocents . Esta perspectiva del museo en su barrio no hay que perderla nunca de vista para el futuro porque es un horizonte en el que todavía tenemos que profundizar. El ejemplo del museo de Tbilisi nos vuelve a recordar esa cuestión como una de las estrategias de acción prioritarias. El séptimo y penúltimo estudio es una perspectiva comparada de los museos sederos de Francia que, por consiguiente, supera el modelo de observatorio singular sobre un solo museo que ha caracterizado al resto de estudios que componen este libro, salvo el de Ricard Huerta que sitúa en un mismo plano de reflexión el museo de Valencia y los otros 16 museos de la exposición que comisarió. Ese es el valor principal que tiene el estudio sobre los museos franceses que ha puesto por escrito Sophie Desrosiers, miembro de la École d’Hautes Études en Sciences Sociales de París, con un título reforzado por otras palabras claves: Musées de la soie en France: patrimonialisation des espaces, matières, objets, et savoirs . Cinco museos en zonas históricas de producción sedera centran la atención de este análisis comparativo para medir las diferencias entre unos y otros, entrevistar a las personas que los gestionan y ver cómo difunden sus contenidos y saberes. Son los museos de Saint Hippolyte-du-Fort, Saint Jean-du-Gard, Lagorce, Largentière y Taulignan. La investigación de Sophie Desrosiers para preparar su ponencia fue un encargo directo que le hicimos los coordinadores del congreso y que ella amablemente aceptó tal y como recoge en la primera nota a pie de página de su texto. En ese sentido, desde febrero de 2017 realizó diversas visitas a museos de la seda no sólo de Francia sino también de Italia para aproximarse mejor a este mundo fascinante de la ruta de la seda a través de sus patrimonios conservados. Su estudio comienza con una breve historia de la sericicultura en Francia como escenario de partida para comprender el origen de esos cinco museos, de modo similar a lo que han hecho otros autores anteriores. Sin la historia de la seda en los territorios donde están los museos es imposible entender por qué están allí y no en otras partes. No hay arte sin historia que la explique por mucho que haya quienes esto lo pasen por alto incluso a veces desde el mundo académico. En fin, gracias al trabajo de Sophie Desrosiers también hemos podido disponer de materiales para los respectivos paneles que aluden a los museos franceses en la exposición que coordinó Ricard Huerta. Me quedo con una de las conclusiones más interesantes que ella plantea. Para visibilizar el patrimonio sedero en la conciencia colectiva de las generaciones futuras es necesario 20

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