Los festejos han constado de un concierto, la víspera de Sant Jordi, y la procesión cívica el 23 de abril.
El Colegio del Arte Mayor de la Seda, junto con el Insigne Capítul de l’Almoina de Sant Jordi de Cavallers del Centenar de la Ploma, vuelven a celebrar juntos la festividad de Sant Jordi. En abril del año 2019 se recuperó la procesión de la Real Senyera en Sant Jordi, una tradición que se había perdido hacía 300 años, cuando, tras la batalla de Almansa (1707), se prohibieron todos los símbolos del Reino de Valencia. Desde entonces, únicamente se había recuperado la procesión de Sant Donís cada 9 de octubre.
Así pues, el viernes 22 de abril, víspera de la festividad, se celebró, a las 20 horas, en el patio del Colegio del Arte Mayor de la Seda un concierto de música valenciana con el estreno de la Marcha a la Real Senyera, por la Banda de Música La Lira de Alfarp, dirigida por Hugo Chinesta y como solista, el tenor Miguel Bou Piñón. En esta ocasión, ya no se contó con limitación de aforo y decenas de personas pudieron congregarse para escuchar este magnífico concierto.
Llegado el día de Sant Jordi, el sábado 23 de abril sobre las 19:15 horas de la tarde, se hizo la bajada de la Real Senyera por el balcón principal del Colegio del Arte Mayor de la Seda, en la calle del Hospital, y, custodiada por el Insigne Capítul de l’Almoina de Sant Jordi dels Cavallers del Centenar de la Ploma y su Cofradia de Sant Jordi, fue conducida en procesión cívica a la Catedral de Valencia.
Debido a la pandemia por el COVID-19, esta procesión cívica no pudo realizarse en 2020 ni 2021, aunque sí se hizo una procesión claustral en el interior de la Catedral. Por fin, dos años después, se ha recuperado este desfile de nuevo, con mucha ilusión.
Breve historia del Centenar de la Ploma
El Centenar de la Ploma tiene su origen, probablemente, en los tiempos del Rei Jaume I, cuando se creó una compañía de 100 ballesteros encargada de escoltar y proteger la Senyera de la Ciudad y Reino de Valencia. Se trataba de una milicia de cuerpo de ataque y de choque contra huestes enemigas del Reino de Valencia.
Este grupo militar de combate perfeccionó su formación con Don Pedro II de Valencia y IV de Aragón en 1365, y lo denominó ‘Centenar del Glorioso San Jorge’, por estar bajo la advocación de este santo. Popularmente, ya eran conocidos como el ‘Centenar de la Ploma’ (pluma), por la característica pluma que llevaban los ballesteros en el birrete. Con este nombre pasaron a la historia.
En 1470, el Rey Juan II amplió el privilegio otorgado al Centenar de la Ploma concediendo un sueldo a sus miembros y la facultad de portar todo tipo de armas. Sin embargo, después de la batalla de Almansa sufrió un duro golpe, con la abolición de los fueros y privilegios, pasando a la clandestinidad. Siglos después el Centenar de la Ploma sigue más vivo que nunca y forma parte de uno de los capítulos más brillantes de la historia de Valencia.