Era una visita pendiente, especial. Hasta ahora, algunas de ellas, habían conocido el Museo de la Seda de forma rápida, fugaz, con el ruido de los flashes de fondo. Más pendientes del fotógrafo que de la belleza e historia de nuestras salas. Esta vez fue diferente. Raquel Alario y Clara María Parejo, Falleras Mayores de València 2017 y sus Cortes de Honor, llegaban a nuestra institución acaloradas por las altas temperaturas propias de un 27 de julio a las 17:00 horas pero sin estrés, relajadas, sonrientes, vestidas de informal, dispuestas a disfrutar de una visita guiada para conocer realmente la gestación y la historia de la seda valenciana.
“Ha sido un honor para la corte y para mí estar en el museo, aprender su historia, conocer el proceso de rehabilitación de esta institución, y conocer la relación que existe entre la seda valenciana y lo que somos a día de hoy los valencianos. La vinculación es muy estrecha entre lo que es la seda con València y nuestras fiestas, las Fallas. Por tanto, para las representantes del mundo fallero ha sido todo un orgullo conocer estas salas tan maravillosas”, aseguraba emocionada Raquel Alario, Fallera Mayor de València.
Clara Parejo, Fallera Mayor Infantil, tampoco podía ocultar su satisfacción, “me ha encantado venir, nos vamos impresionadas y encantadas. El Suelo de la Fama es espectacular, pero en general todo el museo es muy bonito”.
En todo momento, estuvieron acompañadas por Amparo Fabra, presidenta de la Fundación del Museo de la Seda y por Eduardo Puertes, presidente de la Cofradía de San Jerónimo del Colegio del Arte Mayor de la Seda.
“Ha sido un placer que hayáis venido. Esta es vuestra casa, la casa de los valencianos. Espero que hayáis descubierto como un producto como la seda ha movido una ciudad y una comunidad, hasta tal punto que seguimos siendo especialistas en la materia”, afirmó Puertes.
Amparo Fabra, destacó el “orgullo y la satisfacción de la visita y la demostración de que la juventud también se interesa por la seda, especialmente vosotras, que lucís todo el año esas telas preciosas, no sólo por València sino por muchas otras ciudades de España”.
Las máximas representantes de nuestra fiesta son el ejemplo vivo de la importancia de la seda valenciana con la continuidad de nuestras tradiciones en su indumentaria.